El portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos, Jose Carlos Fernández Sarasola, reclama poner orden a las subvenciones en materia deportiva, especialmente ahora que tras la desaparición del convenio del Sporting se piensa destinar buena parte de la misma a incrementarlas.
En este sentido, señaló que es completamente anómalo que unas entidades deportivas reciban sus subvenciones a través de convenios nominativos mientras otras se ven obligadas a acudir a convocatorias en régimen de concurrencia competitiva para el mismo objeto subvencionable. Para Ciudadanos no hay ninguna justificación objetiva para este trato desigual.
Por eso, reclama que todas las entidades sean tratadas por igual y la concesión de subvenciones se base, exclusivamente, en criterios objetivos y sus cuantías estén perfectamente claras a través de los pertinentes baremos. No como ocurre en la actualidad en la que arbitrariamente se decide que entidades disfrutan de convenios y sus cuantías se fijan de forma nada transparente.
Por todo ello, insisten en la necesidad de reducir el número de subvenciones directas en materia deportiva, limitándolas exclusivamente a aquellas en las que, como marca la actual normativa, se acredite un claro interés público o social. El resto irían a concurrencia competitiva, garantizando así que todas las entidades y clubes deportivos de la ciudad reciben exactamente el mismo trato por parte del Patronato Deportivo Municipal. Así, además, se concederían las subvenciones de forma ecuánime y transparente, terminando con la costumbre, instalada en nuestro Ayuntamiento desde hace muchos años, de negociar directamente con el concejal de deportes de turno la ayuda a recibir. Es algo que ya se hace por parte del Principado y no vemos porque no se puede hacer a nivel local.
Por último, recordó una vez más que la necesidad de reducir estos convenios ya fue recogida por la Sindicatura de Cuentas en un informe del año 2015. En el mismo se cuestionaba el elevado número de subvenciones que el Ayuntamiento de Gijón concedía de forma directa, sin concurrencia pública y sin acreditar, como obliga la Ley, las razones de interés público por las que se otorgaban por este método, que debe ser excepcional y nunca habitual.