Gijón, 23 de noviembre de 2020. “Una Navidad menos mágica”. “Ese es el triste resultado de la obcecación de la gerente de DIVERTIA Lara Martínez y el director de la FMCEyUP Miguel Barrero que, por algún motivo espurio, niegan el apoyo a una propuesta artística consolidada que extendía su acción por barrios y parroquias, parques, calles y plazas, y que se había convertido en una tradición más de la Navidad en el municipio, con un público eminentemente familiar”, lamenta la concejala de Ciudadanos.
Ana I. Menéndez recuerda, en este sentido, que DIVERTIA venía colaborando en la producción de este festival de ilusionismo, al igual que lo hacía la FMCEyUP, aunque a menor escala. Sin embargo, nada más acabar el festival del año pasado y sin una justificación razonable, Lara Martínez comunicaba a la organización su intención de borrarlo del mapa. “Dado el supuesto compromiso del área de Cultura con las artes escénicas, no entendemos que denieguen cualquier tipo de apoyo económico que contribuya a su supervivencia” denuncia la edil. “Ni siquiera ha habido voluntad de diálogo con los organizadores para adecuar el presupuesto, formato o duración del evento.”
“La colaboración público-privada se ha demostrado fundamental para suplir las carencias de la programación de DIVERTIA durante todo el año, y no dudamos que se va a mantener, lo que nos lleva a pensar que hay motivos espurios detrás de esta decisión”. “La sospecha es fundada”, razona la edil. “Mientras la existencia y aportación a otros eventos no se cuestiona, se cargan el Arco Atlántico, el Belén, el Festival de Magia… Es decir, toda manifestación cultural y artística que no sirve de altavoz al modelo cultural que quieren imponer, manifiestamente ideologizado.”
“Instrumentalizar la cultura empobrece la calidad democrática de los pueblos, y ese es su objetivo”, argumenta la edil. “Ante esto, queda recordarles que gobiernan para todos y que no vamos a permitir que también instrumentalicen la Navidad. En estos tiempos en que llenar las calles de la ciudad de magia e ilusión parece más necesario que nunca, este tipo de arbitrariedades merecen nuestra total reprobación.