• El partido naranja plantea que se estudie la posibilidad de sacar las barras a la calle a partir de la fase 2 de la desescalada

Gijón, 5 de mayo de 2020.  El concejal del Grupo Municipal de Ciudadanos Gijón, Rubén Pérez Carcedo, ha lamentado este martes que a menos de una semana de la previsible entrada de Asturias en la fase 1, cuando la hostelería podrá abrir sus terrazas al 50% de su ocupación, la concejalía de Urbanismo todavía no haya flexibilizado la ordenanza de terrazas para posibilitar que puedan ampliarse para abrir con el máximo número de plazas posibles, y suavizar así el impacto económico que la crisis sanitaria ejercerá sobre la hostelería local.

En este sentido, el concejal naranja recordó que todos los grupos políticos, los hosteleros y las asociaciones vecinales se manifestaron a favor de flexibilizar la ordenanza de terrazas para apoyar al sector. “Urge actuar, el sector hostelero local tiene que saber si desde el Ayuntamiento se les va a posibilitar ampliar sus terrazas, en qué condiciones, y cómo deben solicitarlo. El Gobierno Local tiene que actuar ya , dar certezas al la hostelería y apoyarles en serio, ya que se trata uno de los sectores más afectados por esta crisis”, señaló Pérez Carcedo, quien instó  instando al concejal de Urbanismo, Luis Fernández, “a sentarse a hablar con los vecinos, hosteleros y grupos de la oposición para que estas medidas sean lo más consensuadas posible”.

El concejal laboral ha acompañado su petición de una serie de medidas, que el Grupo Municipal de Ciudadnos Gión considera que servirán de guía para flexibilizar la norma, condicionadas a que se garantice el tránsito peatonal y muy especialmente el de las personas con movilidad reducida:

–       Ampliación de la superficie de las terrazas instaladas en plazas, parques o calles peatonales hasta que se recupere la normalidad y se permita la instalación de la totalidad de mesas y sillas para las que los negocios tenían licencia.

–       Posibilitar la ocupación de las plazas de aparcamientos situadas frente a los establecimientos hosteleros, aprovechando el bajo volumen de tráfico de estos días, y siempre acompañadas de medidas de seguridad adicionales como la colocación de vallas en la calzada.

–       Permitir la colocación de mesas y sillas a lo largo de toda la fachada de los negocios, incluso en las de negocios adyacentes si cuentan con la autorización de sus propietarios, y frente a portales, sin que sea necesario solicitar el permiso de la comunidad de vecinos. En todo caso, habría que dejar siempre la distancia mínima entre la fachada y la línea de terrazas que se establece en la actual ordenanza, para asegurar el tránsito peatonal.

–       Simplificar los trámites para la concesión de permisos, ya que se trataría de medidas temporales y de carácter extraordinario, bastaría con un plano donde se concrete lo que se pretende ampliar la terrza, unas fotografías, y los permisos de los negocios adyacentes si fueran a ocupar estos espacios, siendo los técnicos municipales los que deben valorer la viabilidad de la petición. Para evitar posibles conflictos entre negocios hosteleros adyacentes el nuevo espacio liberado para terrazas se debería repartir de forma proporcional de acuerdo a la capacidad de sus terrazas previas.

El concejal naranja reclamó, asimismo, una reducción significativa de la tasa de terrazas hasta que se recupere la normalidad. Tasa que se debería devengar mensualmente en vez de trimestralmente para así equiparar su pago a los períodos en los que realmente estén abiertas las terrazas. “Los hosteleros quieren recuperar su actividad y debemos ayudarles a hacerlo en condiciones de seguridad pero también de rentabilidad económica, las medidas que proponemos podrían contribuir a ello”, aseguró.

Finalmente Carcedo pidió que se estudie de cara a las posteriores fases de la desescalada la posibilidad de permitir sacar las barras a las calles, autorizando el consumo de sus bebidas en el exterior y tomando medidas para evitar aglomeraciones, y siempre garantizando y respetando la convivencia vecinal. “Sería una forma de garantizar que los locales no pierdan clientela y posibilitarles que se extreman las medidas de seguridad para evitar contagios de Covid-19, dado que hasta que se recupere la normalidad, la vida se hará de puertas a fuera”.