El portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos, José Carlos Fernández Sarasola, ha afirmado esta mañana que considera positivo que, por fin, el Ministerio de Trabajo y el Ayuntamiento de Gijón se hayan interesado por el estado de la casa Sindical.

En este sentido, recordó que tras el acuerdo plenario adoptado por el pleno el pasado mes de marzo instando a las diferentes partes a alcanzar un acuerdo sobre el futuro del mismo solicitaron tanto en la comisión de Urbanismo como en la de Seguridad Ciudadana, la elaboración de sendos edificios para comprobar si el estado del edificio cumplía con las normativas urbanísticas y de seguridad.

Para dar cumplimiento a esta petición se realizó una visita de técnicos municipales acompañados por técnicos del Ministerio de Trabajo el pasado 29 de mayo, y que ya ha dado los primeros frutos al proceder al vaciado del salón de actos, que se estaba utilizando irregularmente como almacén, lo que constituye según el propio Ministerio “una situación de riesgo elevado para la seguridad de las personas que utilizan o transiten por el edificio”. Además, una vez vaciado se procederá a la clausura de este salón de actos ya que no reúne las condiciones necesarias para ser utilizado como tal.

“Este primer paso viene a darnos la razón sobre la infrautilización, el uso indebido y el mal estado en el que se encuentra el edificio. Ahora estamos a la espera de que nos faciliten los informes y poder comprobar el estado real del mismo así como el grado de cumplimiento de las diferentes normativas sectoriales que afectan a los edificios de uso público”, afirmó Fernández Sarasola.

En todo caso, nos alegramos que se haya pasado de las palabras a los hechos en relación al estado de este edificio y que se haya abierto ya el debate sobre su futuro. Pero pensamos que este debate se debe hacer de forma rigurosa, considerando todas las opciones posibles, y, sin sembrar dudas de posible especulación urbanística puesto que siempre se ha defendido que su titularidad o del edificio nuevo siga siendo pública.

“Gijón no puede permitirse seguir teniendo un edificio público en estas condiciones y en pleno centro de la ciudad. Es el momento de buscar un consenso en torno a su futuro, ya que lo que está claro es que en su situación actual no reúne las condiciones mínimas exigibles a cualquier edificación, especialmente si es de uso público”, concluyó.