• El concejal, Jose Carlos Fernández Sarasola, pedirá en el próximo pleno que se tomen las medidas necesarias para que la bandera azul ondee en las Playas de Gijón al igual que lo hace en el Puerto Deportivo.

El Grupo Municipal de Ciudadanos ha presentado una iniciativa para debatir en el pleno del próximo mes de abril para que se adopten las medidas necesarias para cumplir con las condiciones que se exigen para la obtención de la bandera azul así como la implantación de un sistema de gestión conforme a los requisitos establecidos en las normas ISO y en el Reglamento EMAS, al menos para las playas urbanas del municipio.

“En 1988 la playa de San Lorenzo lució por última vez la bandera azul, desde entonces este distintivo internacionalmente conocido y que certifica la calidad de los servicios y de las aguas no ha vuelto a estar presente en ninguna playa gijonesa”, se lamentó José Carlos Fernández Sarasola.

Desde Ciudadanos no entendemos porque desde el Ayuntamiento no se ha apostado por recuperar este certificado que es el más conocido por usuarios y turistas, tanto nacionales como internacionales, y ha concentrado todos sus esfuerzos en obtener otros más desconocidos y menos exigentes como la “Q” de Calidad Turística o el título de “Ecoplaya”, que son además concedidos por entidades nacionales, lo que impide que sean identificados como sinónimos de calidad por parte de turistas extranjeros.

“Pero además queremos que Gijón apueste decididamente por la excelencia ambiental y la mejora continua en la gestión de las playas, de ahí que instemos además que que se doten de sistemas de gestión acordes a las normas ISO y al reglamento EMAS”, añadió Sarasola.

En este sentido, recordó que son numerosas las playas de nuestro país ya cuentan con una certificación en ISO 9001, 14001 o en el Reglamento EMAS, y que recientemente se ha elaborado una norma específica ISO para la gestión de las playas, la ISO 13009.

“Si Gijón quiere competir en calidad turística no puede mantenerse al margen de estas certificaciones, que son sólo el principio del trabajo, ya que hay que renovarlas cada año, tras una inspección de auditores independientes que evalúan no sólo que se mantienen los niveles que exigen estas normas sino que se mejora de forma continuada, frente al resto de distintos como la bandera azul o la “Q” de Calidad Turística que tan sólo valoran que se cumplan ciertos requisitos”, concluyó.