El portavoz del Grupo Municipal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Gijón, Jose Carlos Fernández Sarasola, ha anunciado esta mañana que su formación pedirá explicaciones tanto al Ayuntamiento de Gijón como al Gobierno del Principado de Asturias por la reciente inundación que sufrió el banco de germoplasma del Jardín Botánico y que anegó la zona donde se depositan las semillas, perdiéndose buena parte de ellas así como parte del material de trabajo. “Se trata de una importante perdida que será difícil de volver a recuperar”, se lamentó.
Desde Ciudadanos se señaló que ese banco de germoplasma constituye el principal equipamiento científico del Jardín Botánico de Gijón y de toda la región en lo que a botánica se refiere, conservándose en el mismo, semillas de gran valor por su singularidad, principalmente de aquellas plantas presentes en el Principado de Asturias que se estime necesario conservar por su situación de amenaza o rareza, como sería el caso de plantas endémicas de la cordillera Cantábrica.
A su juicio esta inundación pone de manifiesto la falta de compromiso tanto del Ayuntamiento de Gijón como del Principado de Asturias con este equipamiento científico, que se puso en marcha en el año 2004 gracias a un convenio entre ambas administraciones y que, sin embargo, ahora parece que ninguna se hace cargo de su adecuado mantenimiento motivo que ha provocado esta inundación.
En este sentido, se lamentó de la falta de colaboración de la consejería de Desarrollo Rural y Recursos Naturales con las actividades y fines propios de este Banco de Germoplasma, “el año pasado le preguntamos por ello, y su respuesta fue desalentadora reconociendo que no había ninguna colaboración formal, más allá de la entrega de algunas semillas, y que no se realizaba ninguna aportación económica ni para su conservación ni para sus actividades”, se lamentó Sarasola.
Por último, más allá de las oportunas reclamaciones reclamará una solución para evitar que esta situación vuelva a repetirse, buscando una ubicación más adecuada para este equipamiento, tal y como reclama el personal científico que trabaja en el mismo.