• El Coordinador de Cs Valdés, Ángel Rincón, considera que las obras de asfaltado y pintado del paseo de la Playa en Luarca lo han inutilizado para su disfrute peatonal.

El Coordinador del Grupo Local de Ciudadanos (Cs) Valdés, Ángel Rincón ha manifestado que “las obras de acondicionamiento de la calzada y de los aparcamientos del Paseo de la Playa de Luarca suponen de hecho su final como paseo marítimo convirtiéndolo de facto en un aparcamiento junto al mar”.

Según ha señalado Rincón “mientras que antes los peatones caminaban al lado de vehículos estacionados ahora lo van a hacer a escasos centímetros de coches en movimiento con lo que aumentará el peligro de atropello. Si a esto le unimos que mientras que un arcén de carretera tiene una anchura de 1.50 metros o más, la senda tiene zonas en las que mide 1.43 por tanto el peligro se incrementa”.

Por otro lado hay zonas en las que la anchura de cada uno de los carriles es menor de 2.55 metros, que es la anchura máxima de un vehículo para poder circular por las vías públicas en España, en concreto en la zona cercana al acceso a la tercera playa, la calzada mide 4.40 metros de anchura, es decir 2.20 metros por carril. “Podría objetarse que las autocaravanas no pueden estacionar en esas zonas, pero un turismo medio puede medir 2.05 metros con lo que no hay más que echar números para darse cuenta de lo que puede suponer cuando dos vehículos se crucen” ha manifestado Rincón.

Para el Coordinador del Grupo Local de Cs Valdés, “los vehículos que al entrar en la zona de playas aparquen en batería a la izquierda lo harán invadiendo el carril contrario y con el morro hacia el acantilado, para salir lo harán marcha atrás, sin visibilidad e invadiendo de nuevo el carril contrario al sentido de la marcha por lo que en épocas de mucha afluencia de tráfico como la estival es fácil suponer lo que eso va a generar”.

“Si a esto le añadimos que la rotonda que hay al final de la segunda playa no permite ser recorrida en una sola maniobra de un utilitario el caos está garantizado”.

Para Rincón “el Ayuntamiento de Valdés ha pretendido paliar con esta medida la política de supresión de aparcamientos en el casco de la Villa. No es posible sacar pecho diciendo que se han generado 55 plazas de aparcamiento más, hay un balance negativo en el número total de plazas de estacionamiento y en cualquier caso esto puede paliar mínimamente y siempre a costa del caos la situación estival pero no va a conseguir que una persona que baje de un pueblo a hacer la compra semanal acepte aparcar a un kilómetro o más de los centros comerciales”.